El 14 y 15 de Octubre han tenido lugar las Jornadas de la División Azul en Barcelona, que conmemoraban el 70º aniversario de la entrada en combate de los voluntarios españoles.
Organizadas por La Falange-FE han contado con la colaboración de, entre otros, Librería Barbarroja, Ediciones Nueva República, Librería Europa y Devenir Europeo.
A la cita han acudido tanto falangistas y patriotas como aficionados a la historia militar y al coleccionismo. Cabe destacar que este evento contaba con una exposición de objetos muy interesantes como fue el caso del cartel original con el famoso “¡Rusia es culpable!”, donde aparecían las dos direcciones donde alistarse en Barcelona. Además se pudieron contemplar condecoraciones, fotografías, revistas y panfletos de la época.
También destacamos el uniforme de oficial y el de soldado, así como un subfusil Mauser que desinteresadamente nos proporcionó Jesús Dolado, miembro de la Asociación Retógenes.
El viernes por la tarde, Paco Caballero, comenzó las conferencias con una visión genérica y completa de esta epopeya desde un análisis militar: “La División Azul : una gesta militar de España”, orientándonos sobre la magnitud real de los hechos históricos y heroicos que, en el transcurso de la operación Barbarroja, protagonizaron los españoles.
La mañana del sábado, y tras el visionado de un documental histórico, el falangista y legionario José M. Alfonso, nos presentó la conferencia “Los legionarios en la D.Azul ” realizado por Gustavo Morales, que por coincidir con la grabación de unos documentales en los que participa no pudo asistir personalmente.
El sábado por la tarde concluían estas jornadas y lo hacían con un éxito de asistencia inesperado. José Luís Jerez Riesco desbordó la sala de conferencias con su exposición “El espíritu del S.E.U. en la D.Azul ”. Con un apasionado relato, José Luís, emocionó a un público con el ejemplo de todos aquellos jóvenes que no dudaron en arriesgar sus vidas a miles de quilómetros de sus casas “por una España mejor y una Europa más justa”.
Posteriormente diferentes editoriales y librerías presentaron sus obras divisionarias, antes de que los asistentes pudieran disfrutar de un vino español con el que concluyeron los actos.